Historia
Jerez de los Caballeros puede presumir orgullosa de ser una ciudad con una dilatada e ilustre historia, donde se mezcla lo real con lo legendario. Su rico patrimonio le valió para ser declarado 'Conjunto Histórico Artístico Monumental' en 1966.
En su entorno se aprecian relevantes edificaciones megalíticas, la más importante es el Dolmen de la Granja de Toriñuelo, declarado Monumento Nacional en 1931. Los fenicios si no fundaron Jerez, al menos conocieron la riqueza de su suelo, se cree que fueron ellos quienes le dieron el nombre de Ceret.
También se ha identificado a Jerez con la población romana de Seria Fama lulia. Los restos romanos son de gran valor, prueba de ello son la Domus Suburbana de 'El Pomar', el 'Puente Viejo' y el de 'El Pontón'. Así mismo, en la ciudad podemos observar relevantes restos visigodos.
Jerez bajo dominio musulmán recibió el nombre de Xerisa, es en esta época cuando tuvo lugar la construcción de su Alcazaba. Como enclave debió tener gran importancia puesto que el famoso caartógrafo del siglo XII, Al-Idrisi, comparó a Jerez con Badajoz y Mérida.
En 1230, fue reconquistada por Alfonso IX de León, que hizo merced de ella a los caballeros templarios, quienes tras edificar la fortaleza y las murallas la convierten en capital del Bayliato de la Orden del Temple. Tras no pocas vicisitudes y glorias, extinguida la Orden, Enrique II entrega a los Caballeros de Santiago la villa de Xerez en 1370. Dará comienzo una nueva etapa de esplendor y enriquecimiento, periodo en el que se levantan gran parte de los monumentos religiosos y civiles que hoy se pueden apreciar.
Adentrándonos en los albores de la Edad Moderna, la ciudad de Jerez de los Caballeros recibió de manos del Emperador Carlos V el título de "Muy Noble y Muy Leal Ciudad" agradecido por las aportaciones económicas ofrecidas por Jerez.
Muchos de sus hijos contribuyeron a forjar la grandeza de España en la epopeya de la conquista y cristalización de América. Cabe destacar la figura de Vasco Núñez de Balboa por ser el descubridor del Océano Pacífico, y de Hernando de Soto, descubridor de la Florida.
Sus monumentos son un referente dentro del arte y el patrimonio extremeño. El conjunto monumental está compuesto por una bella alcazaba sobre la cual se asienta la Fortaleza Templaria, por altos torreones, recogidas ermitas y conventos, señoriales palacios y casas nobles. Destacando sobremanera las iglesias barrocas de esbeltas y afiligranadas torres, las cuales se levantan como gigantes sobre el resto de las edificaciones.